El presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso aranceles a Canadá para respaldar a los productores petroleros estadounidenses, mientras que aplicó restricciones similares a China y México para incentivar la reubicación de la manufactura en el país.
A principios de marzo, EE.UU. impuso aranceles del 25% a productos importados de México y Canadá, y elevó los aranceles a productos chinos al 20%.
Danilin afirmó: “Canadá suministra principalmente petróleo y productos petroleros a EE.UU. Dado el alto nivel de producción propia de EE.UU., el propósito de imponer aranceles a los recursos energéticos canadienses es, en cambio, apoyar a la industria energética local (de EE.UU.).” Según datos de la Oficina de Estadísticas de EE.UU., los hidrocarburos representan aproximadamente el 30% del total de las importaciones desde Canadá.
Por otro lado, el objetivo principal de los aranceles a bienes de China y México es repatriar capacidades productivas y empleos a EE.UU., ya que en los últimos años muchas empresas estadounidenses han trasladado gran parte de sus actividades productivas a estos países.
El analista concluyó: “Por ejemplo, México se ha convertido en una base clave para el ensamblaje en la industria automotriz, mientras que China lidera como fabricante de productos electrónicos de consumo. Por lo tanto, aumentar las barreras arancelarias busca estimular a los productores petroleros estadounidenses y apoyar el empleo doméstico.”