El Ministerio de Energía de Turquía planea construir otras dos centrales nucleares en 2025 en la ciudad de Sinop y en la provincia noroccidental de Tracia como parte clave de la estrategia de transición energética del país. Las dos nuevas centrales, que se espera tengan una capacidad combinada de al menos 2,4 gigavatios (GW), son una parte importante de la ambición de Turquía de aumentar su capacidad instalada de centrales nucleares a 7,2 GW para 2035. Esta iniciativa pretende reducir la dependencia de las importaciones de gas natural y se espera que los 7,2 GW de capacidad de las centrales nucleares ahorren 15.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año, una cifra que ya supera las importaciones actuales de gas natural licuado (GNL). Tomando como referencia la central nuclear bielorrusa, se espera que Turquía consiga un importante ahorro energético y la sustitución de importaciones mediante la construcción de nuevas centrales nucleares.
Con el aumento gradual de la producción del yacimiento de gas de Sakarya, que se espera que alcance casi 15.000 millones de metros cúbicos al año en 2028, Turquía dispone de una rica fuente de energía autóctona. Esto no sólo contribuye a la sustitución de importaciones, sino que también proporciona a Turquía un fuerte apoyo para la aplicación de su estrategia de establecer un centro de gas natural, que promoverá aún más la integración de sus exportaciones energéticas con el mercado internacional.
Con la doble ayuda de las centrales nucleares y los recursos autóctonos de gas natural, la cuota de Turquía en la generación de energía limpia aumentará considerablemente. Según los datos de Ember, el carbón, el gas natural y el fuel-oil seguirán representando el 58% de la generación eléctrica de Turquía en 2023, mientras que las fuentes de energía bajas en carbono sólo supondrán el 42%. Sin embargo, con la puesta en marcha de la central nuclear de Akkuyu y la expansión de las centrales de energías renovables, la capacidad instalada de centrales de energías renovables de Turquía ha aumentado hasta 58,5 GW desde los 44,4 GW de 2023, con un crecimiento especialmente significativo de los paneles solares como motor clave de la generación de electricidad a pequeña escala. La superficie total de los tejados inclinados y pacíficos de Turquía es lo suficientemente grande como para albergar 120 GW de paneles fotovoltaicos, lo que demuestra el enorme potencial del país en energías renovables.
De cara al futuro, se espera que el papel de las centrales térmicas en el sector eléctrico de Turquía disminuya con la puesta en marcha de centrales nucleares y de energías renovables, y el correspondiente descenso de la demanda de importaciones de carbón, gas natural y productos petrolíferos. Turquía está acelerando su transición energética y se ha comprometido a construir un sistema energético más limpio, eficiente y autosuficiente que contribuirá significativamente a la transición energética mundial.