Mongolia planea aumentar significativamente sus exportaciones de carbón a China, con el objetivo de alcanzar los 100 millones de toneladas en 2025. La medida pretende profundizar en la cooperación energética con su vecino, dependiente de los recursos, al tiempo que explora el uso de los recursos carboníferos para sectores emergentes como la producción de hidrógeno.
El Primer Ministro mongol, Oyun-Erdene Luvsannamsrai, declaró que el país espera que las exportaciones de carbón a China aumenten casi una quinta parte este año, principalmente para la producción de acero y la generación de electricidad. El objetivo se ha alcanzado gracias a un reciente acuerdo entre ambos países para construir una nueva línea ferroviaria transfronteriza, que se espera aumente la capacidad de transporte de carbón en 30 millones de toneladas.
La nueva línea ferroviaria forma parte de una serie de proyectos de conectividad que Mongolia tiene previsto desarrollar, y se espera que en el futuro aumente su capacidad de exportación de carbón a China hasta 165 millones de toneladas, casi el doble de las exportaciones del año pasado (unos 84 millones de toneladas). Además, Mongolia ha expresado su voluntad de cooperar con China y otros países en áreas como la generación de energía verde, la producción de hidrógeno y el transporte de gas natural.
Además de reforzar las infraestructuras ferroviarias, el gobierno mongol participa activamente en conversaciones trilaterales con China y Rusia sobre el gasoducto Power of Siberia 2. Al mismo tiempo, Mongolia está explorando el uso de sus abundantes recursos de carbón para producir hidrógeno como posible combustible futuro para industrias pesadas como la siderúrgica. Oyun Erden reveló que Mongolia ha iniciado conversaciones con países de Oriente Medio sobre la posibilidad de exportar hidrógeno.
A pesar de los retos a los que se enfrenta la industria siderúrgica china y la estabilización de la demanda de carbón, Mongolia espera mantener e incluso ampliar su cuota del mercado chino optimizando los costes de transporte y aumentando su capacidad de suministro, especialmente en un contexto de aumento de los costes de suministro desde Rusia. Según Oyun Erden, «Mongolia tiene un vasto potencial de producción de energía, que podemos exportar a China y a otros grandes países».