Anglo American (LSE: AAL) y la cuprífera estatal chilena Codelco han anunciado la firma de un importante acuerdo para desarrollar conjuntamente las minas de cobre vecinas de Los Bronces y Andina. En virtud del acuerdo, ambos socios producirán 2,7 millones de toneladas adicionales de cobre en los próximos 21 años, a partir de 2030.
Se espera que el plan minero conjunto genere al menos 5.000 millones de dólares de revalorización neta antes de impuestos, que se repartirán a partes iguales entre las dos partes. A pesar de la formación de la asociación, Anglo American y Codelco mantendrán la plena propiedad de sus respectivos activos, incluidas las concesiones mineras, plantas y operaciones auxiliares, y seguirán extrayendo recursos de forma independiente. Los Bronces, la principal operación de Anglo American, produjo 215.000 toneladas de cobre en 2023, mientras que la división Andina de Codelco, que incluye las minas Río Blanco y Sur Sur, produjo 164.500 toneladas de cobre en el mismo año. Anglo American ha estado trabajando en una reestructuración para centrarse en el cobre y el mineral de hierro, un cambio estratégico que se produjo después de rechazar con éxito una oferta pública de adquisición de 49.000 millones de dólares de BHP Billiton (NYSE, LSE, ASX: BHP) el año pasado.
El consejero delegado de Anglo American, Duncan Wanblad, ha declarado: «El cobre está a la vanguardia de nuestros objetivos de crecimiento y hemos establecido una hoja de ruta clara para superar el millón de toneladas de producción de cobre al año a principios de la década de 2030, lo que supone un aumento del 30%.» Máximo Pacheco, Presidente de Codelco, también destacó la larga cooperación entre ambas empresas, «Codelco y Anglo American han sido buenos vecinos durante décadas, una relación que se ha desarrollado a través de más de 10 acuerdos de cooperación firmados entre ambas empresas a lo largo de medio siglo. Hoy tenemos una oportunidad única para replantear el desarrollo de esta mina». La asociación de Anglo American con Codelco también personifica la búsqueda de las empresas mineras por reducir costes y aumentar la producción en un sector minero mundial en el que los proyectos se han vuelto más complejos y caros debido a las interrupciones de la cadena de suministro, la inflación y los estrictos requisitos para la concesión de licencias.