Datos y documentos recientes de navegación revelan que, tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a los importadores de petróleo venezolano, los puertos de Venezuela experimentaron una breve paralización, pero muchos compradores ya han reanudado las operaciones de carga de crudo. En marzo de este año, el Departamento del Tesoro de EE. UU. exigió que Chevron y otros socios extranjeros de la compañía estatal venezolana PDVSA pusieran fin gradualmente a las exportaciones de petróleo venezolano antes del 27 de mayo, e impuso aranceles adicionales a los compradores de petróleo y gas venezolano.
Esta medida provocó una suspensión temporal de las operaciones de carga de petroleros en el principal puerto venezolano de José, con retrasos en algunos muelles más pequeños. Las duras políticas de la administración Trump obstaculizaron inicialmente la capacidad de comerciantes e importadores para continuar transportando petróleo venezolano. Tras las medidas de EE. UU., muchas embarcaciones abandonaron temporalmente el puerto de José, pero ahora un gran número de barcos han regresado para completar la carga y han partido desde aguas venezolanas hacia destinos como India y China.