Recientemente, la Compañía de Petróleo de Arabia Saudita (Aramco, conocida como Saudi Aramco) anunció que ha puesto en marcha la primera instalación de captura directa de dióxido de carbono (CO2) del aire (DAC, por sus siglas en inglés) en Arabia Saudita.
Saudi Aramco indicó en un comunicado de prensa que esta planta, desarrollada conjuntamente por Saudi Aramco Energy y Siemens Energy, servirá como una “plataforma de pruebas para materiales de captura de dióxido de carbono de próxima generación bajo las condiciones climáticas únicas de Arabia Saudita”. Al mismo tiempo, Saudi Aramco trabajará en reducir costos para acelerar el despliegue de la tecnología DAC en la región.
El vicepresidente senior de Supervisión y Coordinación Técnica de Saudi Aramco, Ali A. Al-Meshari, afirmó: “La tecnología de captura directa de dióxido de carbono del aire probablemente desempeñará un papel importante en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en el futuro, especialmente en sectores donde la reducción de emisiones es difícil. Además de ayudar a abordar el problema de las emisiones, el dióxido de carbono extraído a través de este proceso también puede utilizarse para producir productos químicos y combustibles más sostenibles.”
La captura de carbono forma parte de la estrategia de Saudi Aramco, que busca alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero en los Alcances 1 y 2 de sus activos totalmente propios para 2050.
A finales del año pasado, Saudi Aramco firmó un acuerdo de accionistas con el grupo industrial de gases e ingeniería Linde PLC y la compañía de tecnología energética SLB para construir un centro de captura y almacenamiento de carbono (CCS) en Arabia Saudita. Saudi Aramco poseerá el 60% del proyecto, mientras que Linde y SLB tendrán cada uno un 20%.
En una declaración del 4 de diciembre de 2024, Saudi Aramco afirmó que el proyecto se desarrollará en fases y “se espera que se convierta en uno de los más grandes del mundo”. La primera fase está programada para completarse en 2027 y capturará anualmente 9 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono de tres plantas de gas natural de Saudi Aramco y otras fuentes industriales. Las emisiones capturadas se transportarán a través de una red de tuberías y se almacenarán en acuíferos salinos subterráneos, aprovechando al máximo el enorme potencial geológico de almacenamiento de dióxido de carbono del Reino de Arabia Saudita. El proyecto está ubicado en la ciudad costera del Golfo Pérsico, Jubail.
Saudi Aramco afirmó que este centro de CCS respalda su ambicioso objetivo de alcanzar emisiones netas cero de gases de efecto invernadero en los Alcances 1 y 2 de sus activos operativos propios para 2050, así como su meta a mediano plazo de reducir la intensidad de carbono upstream en un 15% para 2035. Además, complementa sus planes de hidrógeno azul y amoníaco.
En el Foro de la Iniciativa Verde de Arabia Saudita celebrado en Riad, Saudi Aramco anunció que este proyecto refleja el enfoque de la economía circular del carbono para reducir emisiones, lo que ayudará a Arabia Saudita a alcanzar su objetivo de emisiones netas cero para 2060.